La educación ambiental y las campañas de conservación son estrategias comunes para promover la Cultura del Agua. Sin embargo, un aspecto que debemos abordar paralelamente son los vacíos en los reglamentos de construcción para promover el uso racional del agua desde la concepción misma de la arquitectura. Esto se refleja en los desarrollos de vivienda social y fraccionamientos residenciales, así como en los complejos turísticos.
Para cerrar el ciclo de los Diálogos del Agua participará, de la Comisión Nacional del Agua, el licenciado Edgar Abelleyra Cordero, Subdirector de Consejos de Cuenca, Gestión Social y Atención a Emergencias de Guanajuato.
Con una Maestría en Administración del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Querétaro, el Lic. Abelleyra cuenta con 23 años de experiencia en la implementación de la política hídrica mediante el fomento a la participación organizada de la sociedad. Desde el 2009 a la fecha es miembro del Grupo líder y de enfoque para la creación de planes de manejo integral de los 20 Acuíferos del Estado de Guanajuato Igualmente nos acompaña Madaí Fernández Correa, Licenciada en Desarrollo Regional por la Universidad de Guanajuato. Responsable del Programa Cultura del Agua de la Comisión Nacional del Agua, Dirección local Guanajuato, es también Presidenta de la Organización para el Desarrollo Integral Regional A.C. y facilitador líder en Guanajuato del Programa Agua y Educación para América y el Caribe. Entre otros reconocimientos, es Premio Nacional al Servicio Social Comunitario, otorgado por la SEDESOL y Universidad de Guanajuato.
Por su parte el arquitecto ambientalista Armando Deffis Caso, quien hablará sobre las alternativas para la conservación y reuso del agua en las viviendas urbanas, es experto en desarrollo y planeación de técnicas ecológicas en arquitectura y urbanismo. Fue fundador de la Sociedad de Arquitectos Ecologistas de México en l986 y la difusión de sus onocimientos lo ha llevado a dar cursos por toda América Latina y escribir 18 libros sobre el tema. Además ha diseñado centros turísticos ecológicos y 300 unidades habitacionales. Recientemente elaboró las normas técnicas para el Instituto de Vivienda del Distrito Federal.
Modera la mesa en esta ocasión Patricia Cardona Lang, coordinadora de los Diálogos del Agua junto con Agustín Madrigal y Mauricio Sánchez. Escritora, maestra e investigadora del arte escénico dentro del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, es autora de varios libros sobre Antropología Teatral e imparte seminarios y talleres en México y América Latina. Ejerció el periodismo cultural durante más de 25 años en la Ciudad de México e incursionó durante 10 años en el periodismo ecológico, siendo fundadora en l989, junto con la fotógrafa Christa Cowrie, del primer suplemento de ecología del periodismo nacional donde el arquitecto Armando Deffis Caso fue uno de sus principales colaboradores.
La serie Diálogos del Agua, que concluye el día de hoy, ha invitado a lo largo de 8 meses a expertos científicos, técnicos y funcionarios públicos con el objeto de reunir información actualizada sobre la administración y uso del agua en nuestra región.
Han dialogado con el público representantes de la CONAGUA, de la Comisión Estatal del Agua, del organismo operador SAPASMA, de ONGs y Universidades aportando sus conocimientos, compartiendo sus experiencias, aclarando dudas y llenando muchos vacíos. A todos ellos, nuestro profundo agradecimiento.
Agradecemos también a los miembros del Observatorio Ciudadano del Agua y Saneamiento, Cesar Arias, Enrique Orvañanos y Mario Hernández por habernos apoyado con su presencia moderando y participando en nuestras mesas.
Finalmente, queremos hacer un especial reconocimiento a la Universidad de León que nos ha abierto sus puertas y como anfitriones nos han brindado todo su apoyo. La presencia de estudiantes universitarios en este ciclo nos ha abierto también a nuevos públicos y esperamos estrechar aún más esta colaboración.
Patricia Cardona: Después de estos Dialogos del Agua estamos en condiciones de establecer en el futuro próximo mesas de trabajo para resolver tareas pendientes. La transcripción de los diálogos se encuentran en nuestra página web donde ustedes podrán revisar toda la información que requiere ahora ser atendida de otra manera. Nuestra intención es invitar a los actores de los distintos sectores a fin de encontrar respuestas y acciones concretas que fortalezcan la cultura del agua en nuestra región.
Quiero recordar que los Diálogos del Agua han promovido también la participación de los jóvenes universitarios mediante un concurso cuyos resultados conoceremos en el próximo mes de abril del 2014.
A los organizadores de este concurso de los Diálogos del Agua nos parece fundamental incluir en esta serie de encuentros un debate público con los finalistas y ganadores del certamen para escuchar la voz de los jóvenes en materia del agua. Nos acompañará en este cierre el doctor Marcos Adrián Ortega quien se dirigirá a los jóvenes universitarios con el afán de estimular la investigación y participación en proyectos útiles para la región.
Y ahora, para iniciar este diálogo sobre La crisis de la cultura del agua quisiera referirme brevemente al sentido que le hemos dado a esta mesa. La palabra “cultura” viene originalmente de “cultivo”. El cultivo de la tierra es lo que nos da sustento, pero el cultivo del alma, término que acuñó Cicerón desde el siglo I antes de Cristo, es lo que nos ayuda a superar la barbarie. Hoy nos preguntamos si este cultivo ha dado los frutos esperados pues lo que vivimos como humanidad en general es una situación límite en aspectos de sobrevivencia inmediata. Y la barbarie se extiende por todo el planeta como una plaga.
Es por eso que estamos aquí, para recuperar un poco de ese cultivo del alma que nos permita pensar en una cultura del agua que propicie la conservación de los ríos, que considere las aguas superficiales y subterráneas como una unidad, que nos permita pensar en una gestión solidaria con las generaciones presentes y futuras, que respetemos el agua como un derecho humano y no como objeto de mercadeo y especulación, que procuremos la conservación y calidad del agua alterando lo menos posible los sistemas naturales,
controlando las cargas contaminantes, evitando el despilfarro y promoviendo el reuso del agua, práctica en la que vamos a profundizar el día de hoy.
Lic. Edgar Abelleyra: Yo trabajo en la Comisión Nacional del Agua y la percepción de un servidor público muchas veces puede distorsionarse. Tengo una visión bastante crítica con respecto a la cultura del agua que está desarrollando el propio gobierno. Es una visión muy corta que empezó como un programa sanitario para evitar las enfermedades gastrointestinales. Hoy proponemos colocar a la población en la toma de decisiones, con acciones específicas para mejorar las condiciones del agua, sobre todo donde hay problemas de contaminación y sobreexplotación y una distribución deficiente del agua.
Todos estos problemas los tenemos en Guanajuato.
La estrategia nacional en materia de Cultura del Agua ha evolucionado por la presión ejercida por la población y gobiernos locales. En las políticas públicas este rubro tiene una prioridad, pero en la realidad los presupuestos son escasos para promover una verdadera cultura del agua.
Tampoco se ve reflejada una idea clara en la propia autoridad del agua.
Hemos tenido que romper las inercias que nuestra propia institución nos marca. Estamos promoviendo que los organismos operadores, en este caso SAPASMA, las ONGs y las instituciones educativas, así como los usuarios del agua y los jóvenes propongan alternativas, proyectos concretos para participar en la cultura del agua.
Nosotros estamos abriendo este espacio dentro de la propia institución donde trabajamos. Antes no se podía hablar de cultura del agua si no era con niños únicamente. Estoy de acuerdo en que los niños pueden ser grandes vigilantes del agua, pero los actores de los distintos sectores pueden comprometerse también con esta tarea. Los industriales son un sector fundamental que puede influir incluso en sus clientes para tomar consciencia del cuidado del agua. Otro sector importantísimo que no está contemplado en la cultura del agua institucional es el sector agrícola, y es el que más utiliza el agua y el que más la desperdicia.
Hay muchas maneras de capacitar al sector agrícola en el uso eficiente del agua. No se trata sólo de utilizar la nueva tecnología sino de fomentar una consciencia distinta respecto al uso del agua. Hay que cambiar “malas prácticas” de riegos para que mejoren las cosas. Al mismo tiempo hay que darle seguimiento a estos cambios para verificar que realmente se está llevando a cabo el ahorro del agua.
Tenemos que involucrar también a las universidades para fomentar la investigación tecnológica y sociocultural, así como política para mejorar la relación de los ciudadanos con el agua.
Más que dar pláticas y conferencias en todas las instituciones, creemos en la necesidad de fortalecer las capacidades de los organismos operadores para que tengan programas de cultura del agua, financiando proyectos, certificando a sus promotores de cultura del agua.
En Guanajuato hemos diseñado muchas estrategias que en otros lugares no existen. La propuesta de la Comisión Nacional del Agua es muy paternalista dando recursos. Nosotros creemos en dar recursos pero fortaleciendo capacidades y estableciendo vínculos entre los diferentes actores.
Otra gran ventaja que tenemos en Guanajuato son las redes que hemos formado entre los diferentes promotores de cultura del agua de diferentes instituciones. Esto significa que ya no trabajan solos sino con las universidades, ONGs y otros municipios y estados. Esto amplía la visión institucional y se suma a las prácticas de grupos que ya se aplican en las comunidades. Esas son las actividades que queremos respaldar, dar a conocer y reproducir.
Yo invito a los jóvenes a participar, a cuestionar a las autoridades, a comprometerse con proyectos específicos pues estamos viviendo un grado de sobreexplotación de los acuíferos como nunca antes en la historia. Apoyen a las comunidades rurales. Las decisiones de gobierno no van a resolver el problema. Este tiene tantas aristas que no es suficiente la decisión política para generar el cambio que necesitamos.
Lic. Madaí Fernández: Quiero enfocarme en el origen de la cultura del agua, que es ancestral. Antiguamente la fuerza vital o divinidades eran el agua, el fuego, el sol.
Pero esa conexión la hemos olvidado y no son las políticas públicas las que han creado esta relación con el agua que hoy estamos promoviendo.
En una comunidad llamada Macuapa, “lugar de agua y tierra salada”, una población de origen chichimeca, en el estado de Guanajuato, tenían un manantial donde habitaba un ser mágico y protector que conocían como el Chan del agua. Había otra “fuerza poderosa” que cuando había una disputa sobre el agua, lo secaba. ¿Qué pasó con esta comunidad en particular, independientemente del mito? Empezaron con la extracción de agua subterránea hasta que el manantial fue disminuyendo su caudal.
Un habitante de esa comunidad, Jorge Salgado, comentó que el manantial era sagrado. “Este lugar, cuando danzábamos, se movía por el agua de abajo. Ahí cuando bailábamos se sentía cómo se movía el suelo, como si estuviéramos flotando. De hecho había alberquitas, había mucha, mucha, mucha agua. Y por las disputas por el agua, la “fuerza poderosa” se enojó y el manantial se secó. Ya no va más agua. Ya no hay más tradición. Se trastocó todo. Ahí ya no hay nada. ” Cuando el manantial se seca, ya no hay danzas, ya no hay tradición. La gente se empieza a dispersar y hay mucha frustración. Cuando nosotros llegamos a esta comunidad, nos encontramos con que ellos ya tenían clarísimo que el agua es un derecho humano. No sólo por el mito, sino porque el agua es o era de toda la comunidad. Cuando se abrieron los pozos, los habitantes empezaron a pelearse por el agua y la comunidad se organizó de otra manera para pagar un servicio de conducción de agua que es energético.
El agua que consumimos todos los días no nos cuesta un peso. Lo único que pagamos es la conducción y el tratamiento que le damos al agua. Y por eso no la valoramos. Muchas comunidades se quedan sin agua porque ésta tiene que enviarse al Distrito Federal que no produce nada y tiene millones de habitantes contaminándola.
Todas las ecotecnias, la cosecha de agua de lluvia y demás prácticas vienen desde la antigüedad. Cuando empezamos a crecer como población y perdemos la conexión con la naturaleza, se instala el consumismo y la sobreexplotación. Ahora parece ser que tenemos que empezar desde cero para ahorrar el agua, que conlleva también el pago oportuno por el servicio que recibimos. Los organismos operadores no tienen la recaudación necesaria para brindar servicios de calidad. Sin embargo, hay cada vez más población que demanda más agua.
Ahora todos los ríos están contaminados. Muchos están muertos. Y los niños ahora te preguntan: ¿Por qué me pides que cuide el agua cuando desde que yo recuerdo, estos ríos están contaminados?
Una política pública implantada desde arriba nunca funciona. Y ese es el problema que tenemos actualmente con la cultura del agua. Se enfocó originalmente en los niños, pero los que contaminan son los adultos. Ahora entendemos que la información y la investigación son fundamentales para que la tecnología aplique ese conocimiento y se encargue de remediar el problema. La cultura del agua nos lleva a la gestión integrada de los recursos. Si la población no está informada, difícilmente podremos dirigirnos a las instituciones de una manera p ertinente.
Actualmente se está articulando una política pública que tiene como objetivo incrementar las capacidades técnicas, científicas y tecnológicas del sector. Aquí nos estamos yendo por el lado de la tecnificación. Y parece ser que contraponemos la parte social frente a la técnica. Pero estamos integrando las instituciones educativas porque debemos diseñar programas orientados a fomentar la educación y el conocimiento de la población sobre temas del agua. ¿Saben ustedes si el acuífero de San Miguel está sobreexplotado y qué se está haciendo al respecto? De esto se trata…empezar a informar al mismo tiempo que generamos programas de educación continua y certificación para el sector hídrico.
En Guanajuato hay certificación de promotores de cultura del agua. Es decir, en cada organismo operador debe haber una persona capacitada para que pueda hacer este trabajo de comunicación y cultura del agua. A nivel estatal tenemos únicamente 60 promotores de cultura del agua para los millones de habitantes que tenemos. Tienen que hacer campañas con los jóvenes, servicio social con niños y adultos porque no hay ni recursos humanos ni financieros. Sólo contamos con un presupuesto de millón y medio para acciones de cultura del agua en el estado, mientras que para infraestructura se cuenta con 100 millones de pesos. Es infraestructura que no está siendo ni sustentable ni sostenible porque sale muy cara.
En cada comunidad siempre nos piden agua potable y servicios sanitarios que con cada descarga contamina el agua potable.
La política pública debe integrar ecotecnicas que vayan hermanadas con el cuidado del agua. Si no lo hacemos, seguiremos desperdiciando esos recursos financieros porque los invertimos en tecnología contaminante. No estamos siendo productivos con el agua.
Lo que se busca en los jóvenes es promover la investigación, la invención, y el rescate de tecnología tradicional sustentables porque a la industria lo que único que le interesa es vender en vez de innovar para proteger los recursos naturales.
En conclusión: a nivel institucional el programa es débil y a nivel de articulación con otras áreas de desarrollo urbano no se está dando la conexión. Hay muchos programas de educación ambiental y cuidado del agua pero sin una línea que articule acciones.
No descarten pedir rendición de cuentas de los organismos operadores. No sean indiferentes. No caigamos en ese círculo vicioso de violencia contra nosotros mismos. Participen en nuestros programas, compartan la información valiosa en casa y con sus amigos.
Arq. Armando Deffis: Yo he venido a compartir con ustedes mi experiencia profesional en relación al desarrollo urbano y temas que se han mencionado aquí. Quiero proponer cosas muy concretas para que ustedes puedan crecer como grupo. Creo que el problema del agua es político y técnico. Estamos hablando de las instituciones del agua con las que he tenido que ver desde hace 35 años.
La primera propuesta que hice para la reinfiltración pluvial fue a un organismo del agua anterior a CONAGUA, que no existía aún. Nunca me hicieron caso. El gobierno sí toma las decisiones desde arriba. Este es un país presidencialista. Aquí, en San Miguel, sí pueden incidir en las políticas y administración del agua si son un grupo más grande, si están convencidos de lo que quieren.
San Miguel ha tenido el problema del agua desde que nació. En l542 se fundó porque había un manantial que se llamaba El Chorro. Durante 400 años nunca se entubó el agua. Nunca se distribuyó el agua. Creció San Miguel Allende y todo el mundo aguantó. En l947 se empezó a hacer la primera red de distribución de agua y drenaje. A los 10 años, porque los organismos del agua andaban mal, ya no servía. Y empezaron a perforar pozos, mismos que cada vez se perforan más profundamente.
¿Qué dicen los “expertos” del agua? Que cargar los mantos acuíferos es muy lento y costoso. Yo digo todo lo contrario. He hecho muchas reinfiltraciones pluviales. Fui el primero en hacerlo en un conjunto habitacional de 2 mil 500 viviendas en el sur de la ciudad de México, que es un pedregal en la falda del volcán Chicle, y todo mundo, principalmente las instituciones del agua, se opusieron.
Gracias a que salí de ser funcionario de una institución de vivienda y tenía amigos en la delegación y diferentes lugares estratégicos, pude hacer la reinfiltración pluvial que después fue el ejemplo para todo el país. Cuando se inauguró fue el presidente De la Madrid, llevé dos pipas de agua de 10 mil litros cada una y les mostré que sí se puede hacer. Vaciamos los dos camiones al mismo tiempo sobre el filtro de agua, porque el agua que va al acuífero hay que filtrarla, y en tres minutos no había quedado una gota. Se ahorró mucho dinero en tuberías y se recargó el acuífero.
Hoy traje aquí un estudio que hice para San Miguel Allende en l986 y el presidente municipal no lo quiso ver. ¿Por qué los políticos hacen esto?
Porque no se ve la obra. Los tubos que van debajo de la tierra no se ven. Prefieren hacer el monumento al Pípila en vez de mejorar la red de agua de San Miguel Allende. ¿Cómo puede cambiar esa actitud de las autoridades?
A través de personas como ustedes. Aquí un panelista dijo que se pierde casi la mitad del agua. Los únicos que pueden reclamar son ustedes.
Yo quisiera también que las universidades que están participando aquí estudien como prioridad el problema del agua en las carreras de arquitectura, ingeniería, entre otras. El crecimiento urbano demanda mucha agua y hay que empezar a cuidarla desde ahora. Todos los proyectos de arquitectura e ingeniería deben contemplar esto. El problema ecológico es un tema para todas las ciencias y especialidades. Es la ciencia de las ciencias.
Traje para ustedes el estudio que hice en l986 para San Miguel Allende en relación al agua. Hagan de cuenta que es lo mismo de lo que se habla hoy día. Traje mi libro sobre casas habitación y las tecnologías para hacerlas lo más sustentable posible en cuanto al agua, sin utilizar energías comerciales. Traigo otro libro sobre unidades habitacionales donde explico cómo reinfiltrar el agua. He hecho alrededor de 300 unidades habitacionales y en todos se incluye la reinfiltración pluvial. Se hacen pozos de reinfiltración pluvial que son relativamente baratos, se hacen los filtros y detallo desde cómo se hace la excavación y hasta cómo se mantiene el filtro.
Espero que esto sirva para los planes que ustedes tienen para San Miguel de Allende y que incluye un plan de ahorro del agua, un plan de reutilización de aguas jabonosas, la captación pluvial, el tratamiento de aguas negras. Estos estudios los hice para el Instituto de Vivienda del D.F. y se convirtieron en ley para edificios y unidades habitacionales. Porque no es cosa de otro mundo. Esto se puede hacer perfectamente en San Miguel de Allende.
La conformación topográfica de San Miguel de Allende se presta para hacer varios puntos de reinfiltración pluvial si se estudia con detenimiento. Ya sabemos que hacer grandes presas es lo que no conviene porque se evapora el agua, se envejece y hay muchos aspectos técnicos que resolver.
Pidan al doctor José Huerta sus modelos matemáticos para que cuando ustedes vayan con el presidente municipal, su información sea indestructible. Deben contemplar los costos y los beneficios políticos. Mientras no tengan esas armas en la mano se van a burlar de ustedes.
Hay que tomar este compromiso como una campaña política, como una revolución por el agua. Más infraestructura, más presas, más bombas no va a solucionar el problema. Volvamos a la ciudad de México: hay 500 kilómetros de tuberías, más de 20 plantas cloradoras y de bombeo y rebombeo. El 15 por ciento de la energía del país se gasta en bombear el agua porque la población en México está exactamente donde no hay agua.
Y para colmo, México DF está a 2 mil 250 metros de altura. Antes fue un lago y ahora es una cisterna tapada con calles y edificios y nunca se recarga y cada vez tenemos menos agua. Gastamos una enorme cantidad de dinero para traer el agua a la ciudad de México. Y pasa lo mismo que aquí, las tuberías están fracturadas y se pierde, dicen, el 15 por ciento del agua que se consume en la ciudad.
Traigo 12 pasos para un plan de acción para el OCAS:
Constituirse en Asociación Civil Obtener estudios técnicos y ecológicos que tengan que ver con lo social y lo político desde el punto de vista del agua.
Establecer mecanismos de financiamiento y campañas de recolección de fondos: invitar a bancos, instituciones, asociaciones. Esta es una campaña política, así deben verlo. Hacer eventos por el agua, concursos, invitar a Juanga a cantar para levantar fondos.
Sostener una campaña de información continua muy clara para todos los estratos económicos que viven en esta región. Penetrar a todas las escuelas. Es necesario invitar a la escuelas de ingeniería y arquitectura para hacer trabajos que tengan que ver con el agua.
Uno de los puntos clave son las leyes sobre el agua porque los desarrollos urbanos que no están dentro de una normatividad del agua son los que están abusando del agua.
En el estado de México está el Libro Quinto del Código Adminsitrativo y lo pueden tomar como ejemplo. Ahí dice que no se da licencia para la construcción de una casa, conjunto habitacional o edificio mientras el problema del agua no esté plenamente satisfecho por el Organismo del Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento/OAPAS. Esto debería existir aquí y endurecerlo, además. La dotación de agua por persona, en vez de que sea de 200 litros, puede ser de la mitad si se utilizan ahorradores, se recicla el agua, se trata el agua y se instalan sanitarios ecológicos de 6 litros.
Estoy haciendo un conjunto donde podemos retornar al acuífero el 92 por ciento del agua que gastamos. Captamos el agua de lluvia y tratamos el agua negra para 900 viviendas. Entonces sí se puede!
Pregunta del público: Soy Isela Torres de la Universidad Tecnológica de Querétaro. Quisiera felicitarlo y aprovechar el estudio que hizo para San Miguel de Allende. También queremos sus libros.
Arq. Deffis: Toda esta información se encuentra en mi página web http://www.armandodeffis.com.mx/. Igualmente se encontrará escaneada la información que traje a San Miguel en la página web de AguaVida SMA www.aguavidasma.org.
Pregunta del público: Lic. Edgar, usted dijo que estaba en desacuerdo con algunos puntos de la CONAGUA. ¿Nos puede dar un ejemplo?
Lic. Abelleyra: Coincido en mucho con lo dicho por el Arq. Deffis. Las políticas públicas del agua se han enfocado en la construcción de grandes obras de infraestructura que son poco sustentables. Tienen poca visión de futuro y un costo altísimo para el medio ambiente. Y todas las políticas que estamos estableciendo en el país como CONAGUA son en ese sentido.
Mi punto de vista es que las políticas públicas deben ser integrales y sustentables. Y esto no debe aplicar a una sola institución. Debe haber un acuerdo entre varias instituciones para hacer políticas de desarrollo que involucren a todas las dependencias, así como a todos los usuarios pero a partir de estrategias micro. Cada casa y cada colonia debe tener sus propias estrategias de conservación, captación de agua de lluvia y reuso del agua.
Las comunidades deben ser autosustentables y eso no lo hacemos. A cada comunidad rural le tenemos que cavar un pozo y construir un buen sistema de drenaje e instalar tanques para reuso del agua que generalmente no funcionan por problemas de operación.
Hacemos muchas cosas desde la visión del escritorio sin aterrizar los proyectos a la realidad de quienes necesitan nuestra ayuda. No contemplamos si tienen siquiera la capacidad económica para operar los sistemas. Estas estrategias se nos están revirtiendo. Tenemos casi todos los acuíferos de Guanajuato sobreexplotados, somos deficitarios en materia de aguas superficiales y no estamos haciendo nada para revertir estos procesos. Ahora estamos re-administrando la mala administración anterior y no revirtiendo los procesos.
Yo no tomo decisiones a nivel nacional pero sí a nivel local. Trabajamos para que los usuarios participen en la toma de decisiones de cada uno de los acuíferos. Todos están contribuyendo con alternativas más concretas y fáciles de aplicar. Lo fundamental es que ya no sean acciones aisladas. Yo coincido en que tenenos que hacer una revolución por el agua.
Pregunta del público: ¿Dónde se puede obtener la certificación para los promotores del agua y al arquitecto Deffis le quiero preguntar si es posible prescindir de los organismos operadores como SAPASMA para obtener agua? ¿Es una utopía pensar que cada quien en su casa puede crear un sistema para obtener su propia agua utilizando el agua de lluvia y reutilizando el agua y reinfiltrándola, sobre todo en conjuntos habitacionales donde no hay áreas verdes?
Arq. Deffis: Una aclaración: yo no propuse acabar con los organismos operadores. Lo que sí dije es que hay que educarlos. Y eso que tú propones yo ya lo hice en mi propia casa. Publiqué un libro dónde explico cómo hice esto posible.
Hace 27 años la acondicioné así. Y además la electricidad también es solar. Y caliento el agua con conectores solares térmicos. Eso está en otro de los libros que aparece en internet. Sí se puede.
Lic. Madaí Fernández: Nuestro programa de certificación de promotores del agua tiene diferentes componentes. Uno de ellos es el de capacitación anual con cursos y talleres Es una certificación de competencias laborales. La persona que trabaje en el organismo operador debe conocer toda la problemática del agua, así como implementar diferentes programas de desarrollo en su municipio.
Otro componente del programa es la elaboración de materiales didácticos y de divulgación a través de los espacios de Cultura del Agua. Tenemos guías educativas para niños y manuales para sistemas de riego, eficiencia electromecánica que acompaña las guías agrícolas.
Tenemos programas en colaboración con la secretaría de Educación del estado para tratar el tema de manera transversal en todas las materias dentro de la curricula escolar. A pesar de que ha habido cierto trabajo con la Secretaría de Educación Pública, no se ha logrado integrar el tema de medio ambiente y cultura del agua en las escuelas. Pareciera que en una asignatura como matemáticas o geografía no podemos hablarle a los niños sobre el agua. Todo está desconectado en la currícula, cuando en la realidad todo está unido.
Otro componente de divulgación y difusión es donde las instituciones hacen Caravanas del agua, Kermes del agua, Foros estudiantiles, exposiciones donde los jóvenes analizan la problemática y hacen sus propuestas. Una vez seleccionados estos proyectos, se financian para que se ejecuten. Muchos tienen que ver con implementación de ecotecnias dentro de las escuelas, investigaciones físico-químico, de geofísica, propuestas de comunicación con documentales y cortometrajes.
Debe de haber al menos de 3 a 5 eventos al año con el tema de la cultura del agua financiados con los recursos del organismo operador y de la sociedad civil. Es una red de espacios itinerantes de cultura del agua. FAI y Cerecaly trabaja todos estos aspectos. Es nuestro vínculo a nivel institucional.
Comentario del público: Muriel Logan: quiero comentar el proyecto de pintura de muros a lo largo del arroyo Cachinches involucrando a los jóvenes de la colonia Guadalupe para tratar los temas del cuidado del agua. El proyecto se llama Muros en blanco y son grafiteados para llamar la atención sobre el problema del Arroyo Cachinches. La Presidencia Municipal está colaborando con la pintura para el proyecto.
Comentario del público: Martha Donelly: quiero informar que hay un filtro perfeccionado por una organización de la sociedad civil llamada el Centro CATIS(Center for Appropriate Technology and Indigenous Sustainability). Este filtro se puede colocar en cualquier garrafón y junto con las cisternas que colectan agua de lluvia, las personas de las comunidades rurales pueden tener agua limpia para beber. Es una tecnología muy básica que está purificando el agua de todos los patógenos biológicos.
Comentario del público: Sé que hay unas piedras que se llaman ceolitas que se encuentran en varias partes de la república y neutralizan el arsénico o el fluor.
Pregunta del público: Soy estudiante de la Universidad de León y estudio la carrera de arquitectura y quiero preguntar qué tan factible es para las escuelas y universidades la certificación de la promoción del agua. Creo que esto debe desarrollarse en las escuelas mediante un programa permanente, porque todas las demás actividades nos valen. Se puede hacer un concurso entre escuelas para ver cuál ahorra más agua…eso sería más importante que un desfile.
Lic. Madaí Fernández: Ese es un tema fundamental. Tenemos un programa que se llama Sumérgete, cuida Guanajuato y va encaminado no precisamente a la certificación sino a un distintivo para las escuelas en donde el programa capacita a maestros utilizando la guía didáctica que implica la transversalidad del tema en cada una de las asignaturas.
Esto se vincula con el organismo operador para revisar las instalaciones hídrico-sanitarias de la institución. Se revisa la infraestructura y se instalan medidores para saber cuánta agua consume la escuela. Se cambian sanitarios, lavabos y se empieza a reciclar el agua dentro de la escuela. Con base en las necesidades de la escuela se elabora un programa con maestros, padres de familia y el personal de limpieza, además de los estudiantes.
Se están involucrando especialistas en el tema, personas de las comunidades. También está involucrada la Secretaría de Educación Pública y el Instituto de Ecología y la Secretaría del Medio Ambiente. Si este programa toma fuerza, podemos proponerlo a nivel nacional como una iniciativa del estado de Guanajuato.
Lic. Abelleyra: También estamos trabajando con las universidades. Hemos firmado un acuerdo con la División de Ciencias de la Vida de la Universidad de Guanajuato. Ahí ya hay un espacio de la Cultura del Agua. Recibe apoyos institucionales de equipo y capacitación y se compromete a desarrollar actividades de cultura del agua. Los propios alumnos son los promotores no sólo los maestros. Los estudiantes ya empiezan a ir a las comunidades rurales para promover alternativas de conservación y reuso del agua. Esto se puede hacer en otras universidades y tendrían todo el apoyo de las instituciones del gobierno del estado y toda la colaboración de nuestra parte.